Unos meses después de tener las gallinas y
tras la incorporación a la plantilla avícola de un gallo del Penedés
continuamos con la idea de ampliar el gallinero. La verdad es que las ideas van
surgiendo un poco sobre la marcha e intento resolverlas lo mejor posible y
aprovechar los trabajos ya realizados.
Primero acabé un muro de bloques de hormigón
que colinda con el vecino, con la intención también de delimitar el espacio;
aún no acabo de tener claro si todo será para las gallinas o guardaré algo para
hacer un pequeño huerto.
En segundo lugar coloqué unos postes, sus
correspondientes tornapuntas y malla de simple torsión que todavía he de
rematar en su parte inferior. La puerta me permite unirse con la que ya estaba
en el primer gallinero y poder unir las dos zonas o dejar a los animales en
aquella zona que más me interese de cara a limpiar, aunque la intención final es
que ésta sirva de entrada al huerto.
Por último esta jardinera con protección anti-gallinas
que he hecho con tochos reciclados de una arqueta para plantar unas parras.